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Escorpio! No Era Que No Me Querías En Tu Vida? Y Ahora Que Pasó?

En esta lectura de tarot, Carmen nos presenta una situación compleja y emocionalmente cargada, donde la persona consultante se encuentra atrapada en una relación que no parece tener un futuro claro. A través de las cartas, Carmen nos guía en una profunda exploración de los sentimientos, intenciones y posibles resultados de esta relación.

Introducción a la lectura

La lectura comienza con una reflexión sobre la naturaleza de la relación y las intenciones de la persona involucrada. Carmen destaca que la persona consultante quería una relación seria, pero la otra persona no parecía dispuesta a comprometerse. Esta dinámica crea una situación de desequilibrio y confusión, donde la persona consultante se encuentra atrapada en un ciclo de esperanza y desilusión.

La primera carta: la rueda de la fortuna

La primera carta que se saca es la rueda de la fortuna, que representa el cambio y la transformación. En este contexto, la rueda de la fortuna sugiere que la relación está en un punto de inflexión, donde las decisiones tomadas ahora pueden tener un impacto significativo en el futuro. Carmen destaca que la persona involucrada es hábil para jugar con los sentimientos de la persona consultante, pero no está dispuesta a comprometerse.

La interpretación de la carta

La interpretación de la carta de la rueda de la fortuna es que la persona consultante ha estado atrapada en una relación que no es saludable para ella. La persona involucrada ha estado jugando con los sentimientos de la persona consultante, pero no está dispuesta a comprometerse. Esto ha creado una situación de desequilibrio y confusión, donde la persona consultante se encuentra atrapada en un ciclo de esperanza y desilusión.

El papel de la persona consultante

La persona consultante ha estado dando tiempo a la relación, esperando a que las cosas cambien. Sin embargo, Carmen destaca que esta actitud ha permitido que la persona involucrada siga jugando con los sentimientos de la persona consultante. La persona consultante ha estado tan enfocada en la relación que no se ha dado cuenta de que la persona involucrada no está dispuesta a comprometerse.

La importancia de la conciencia

La conciencia es fundamental en esta situación. La persona consultante debe ser consciente de sus propios sentimientos y necesidades, y debe ser capaz de reconocer cuando la relación no es saludable para ella. Carmen destaca que la persona consultante debe tomar decisiones basadas en su propia conciencia, en lugar de esperar a que la persona involucrada cambie.

La relación con la persona involucrada

La relación con la persona involucrada es compleja y emocionalmente cargada. La persona involucrada ha estado jugando con los sentimientos de la persona consultante, pero no está dispuesta a comprometerse. Carmen destaca que esta dinámica crea una situación de desequilibrio y confusión, donde la persona consultante se encuentra atrapada en un ciclo de esperanza y desilusión.

La posibilidad de un compromiso previo

La lectura sugiere que la persona involucrada puede tener un compromiso previo, ya sea con otra persona o con sus propias creencias y valores. Esto ha creado una situación en la que la persona involucrada no puede comprometerse con la persona consultante, y en su lugar la mantiene en una posición de incertidumbre y confusión.

Conclusión

La lectura de tarot nos presenta una situación compleja y emocionalmente cargada, donde la persona consultante se encuentra atrapada en una relación que no parece tener un futuro claro. A través de las cartas, Carmen nos guía en una profunda exploración de los sentimientos, intenciones y posibles resultados de esta relación. La persona consultante debe ser consciente de sus propios sentimientos y necesidades, y debe tomar decisiones basadas en su propia conciencia. La relación con la persona involucrada es compleja y emocionalmente cargada, y la persona consultante debe ser capaz de reconocer cuando la relación no es saludable para ella.

En resumen, la lectura de tarot nos enseña que la conciencia y la autoconciencia son fundamentales en situaciones como estas. La persona consultante debe ser capaz de reconocer sus propios sentimientos y necesidades, y debe tomar decisiones basadas en su propia conciencia. La relación con la persona involucrada es compleja y emocionalmente cargada, y la persona consultante debe ser capaz de navegar esta situación con sabiduría y claridad.